Archivo 01: El Cuarto Cerrado (11/15)

Yakumo alcanzó el edificio abandonado y puso su mano sobre el picaporte.

Estaba cerrado. 

Alguien lo cerró después de lo ocurrido ayer.

Probablemente la persona que los había atacado–

Yakumo abrió la puerta y caminó dentro.

La luz de la ventana hacía ver más fácil que ayer.

Se dirigió por el pasillo al cuarto cerrado all final. 

Aquí también–

Las cadenas estaban envueltas alrededor y la cerradura tipo dial estaba puesta. Yakumo puso los números [7483] en el dial. 

Los números que habían estado ahí ayer.

Ahí hubo un clic y la cerradura se cayó. 

Tomó las cadenas del picaporte, abrió la puerta y caminó cuidadosamente dentro.

Parcialmente porque no había ninguna ventana, este cuarto era imposible de ver claramente sin la luz de su antorcha, aunque era día. 

Arrastró la cama a la esquina del cuarto con todas sus fuerzas.

Cómo esperaba, por debajo de la puerta, había un cuadrado de un metro de piso de metal. 
Para ser más precisos, era una puerta. Había un picaporte.

Estaba cerrada con un candado con cerradura.

Yakumo puso la tercera llave– encajaba perfectamente. Agarró el picaporte y tiró de él con todas sus fuerzas.

Había sonido de metal crujiendo con polvo volando. 

Un agujero cuadrado apareció, totalmente negro.

Uso su antorcha para mirar dentro, pero no podía ver prácticamente nada. 

Yakumo decidió bajar por la escalera de madera.

La madera crujía bajo sus pies. 

Ya era demasiado tarde cuando se dio cuenta.

Su pie resbaló y cayó al sótano de una vez. 

Su rostro se retorcido de dolor después de que golpeara el piso, pero olvidó eso inmediatamente cuando un fuerte olor a podrido lo asaltó. Se dobló hacia atrás y cubrió rápidamente su nariz y boca.

Buscando la fuente del olor, Yakumo recogió la antorcha que había caído e ilumino diferentes zonas del lugar. 

Vio algo como una línea negra en la pared.

Lentamente se acercó a la pared y se concentro–

"¿Qué es esto...?".

Yakumo habló en voz alta sin pensar.

Era un arañazo en la pared.

No sólo en uno o dos lugares. Toda la pared estaba cubierta de arañazos.

Y estos rasguños no eran naturales o de una máquina. 

Yakumo puso su mano encima de ellos.

De tamaño, eran probablemente humanos. 

Alguien había arañado la pared con las uñas.

Algunos de los rasguños tenían manchas rojo oscuras en ellos. 

Probablemente alguien había arañado las paredes una y otra vez para tratar de escapar, a pesar de sabían que era inútil.

Encontró una uña individual pegada a la pared.

Ahí había sangre e incluso parte de la carne del dedo, pero todavía continuaron los arañazos.

Yakumo tocó el rasguño ligeramente con el dedo.

"Esto es un verdadero cuarto cerrado...".

Yakumo repentinamente sintío algo frío en su cuello.  Yakumo miró hacia arriba con su antorcha y vio dos tubos en el techo.

Probablemente las cañerías. Agua estaba goteando desde el lugar donde conectaban.

La mujer que había estado aquí probablemente había vivido durante un número de días con esa agua. 

Si no hubiera tenido esos tubos, el tiempo que sufrió pudo haber sido un poco más corto.

Esta agua le había dado dolor y esperanza. 

Ella no había estado asustada de algo en este cuarto– ella había estado tratando de escapar del cuarto en sí.

La pregunta era quién la mantenía aquí y por qué razón–

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